Tarde de silencio.

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El novillero granadino Miguel Hidalgo firmó lo más destacado ante el segundo.

El subalterno valenciano José Casanova se desmonteró por partida doble.

Domingo 28 de junio
. Ultimo festejo "Camino a Matador". Menos de un cuarto de plaza.
Seis novillos de Casasola, bien presentados, con clase, pero justos de raza y casta. Destacó el 2º por su calidad y nobleza. El 5º y el 6º resultaron complicados. Pesos: 448, 467, 471, 465, 445 y 469 kilos.

Alberto
Gómez (rosa y oro). Silencio en ambos.
Miguel Hidalgo
(grana y oro). Silencio tras dos avisos y silencio tras aviso.
Daniel Palencia (burdeos y oro). Silencio tras aviso en ambos.

Hidalgo y Palencia se presentaron en Valencia. El subalterno José Casanova se desmonteró tras parear al 1º y 5º de la tarde. Juan Antonio Trujillo, banderillero de la cuadrilla de Miguel Hidalgo fue atendido en la enfermería tras la lidia del segundo de la tarde. Según el parte facultativo firmado por el Doctor Cristóbal Zaragozá, Trujillo presentaba "una herida inciso contusa en el cuarto dedo de la mano izquierda, cara palmar, en toda su extensión. Se le han administrado puntos de sutura. Pronóstico leve pero que le impide continuar la lidia”.

Silencio tras silencio, al final del último festejo del ciclo Camino a matador, sólo quedó en el recuerdo la buena disposición del novillero granadino Miguel Hidalgo con el segundo de la tarde. Un novillo noble, con clase sobre todo por el pitón derecho, al que Hidalgo recibió lanceándolo con temple, mano baja, suavidad y buena técnica a la verónica. Peleó el tostado de Casasola con fijeza en el caballo y llegó al último tercio con calidad y nobleza por el pitón derecho. Fue sobre éste, por el cual Hidalgo dejó su impronta de torero clásico y con gusto, logrando cuajar algún muletazo en redondo lleno de calidad. Cuando la faena cogía vuelo, tomó la muleta sobre la zurda y a partir de ahí, todo se vino abajo, diluyéndose en la nada un trasteo que habría podido ser de mayor entidad y emoción. El fallo a espadas acabó con cualquier posibilidad de triunfo. Y con el quinto, Hidalgo poco pudo hacer. El novillo más complicado del encierro junto al sexto, pidió una lidia ordenada, que no tuvo, y exigió una muleta con poder y decisión que le sometiese, y que tampoco encontró. Ante él, el granadino, más espeso, alcanzó a firmar un trasteo irregular y sin argumento, disipándose un éxito más rotundo.

El valenciano Alberto Gómez protagonizó una actuación presidida por la entrega, y la voluntad que puso en la búsqueda del triunfo. Con el manso primero que terminó parado, cuajó un trasteo sin fondo, siempre a media altura y toreando en línea. Y con el noble y parado cuarto, nada pudo hacer, más que destacar por su voluntad y honradez.


De igual modo le sucedió al alicantino Daniel Palencia. Éste cuajó un trasteo irregular a un novillo noble que tampoco se entregó nunca en las telas, y con el complicado sexto, intentó lucirse sin éxito con un trasteo de largo metraje y ningún fondo.

Texto: Alfonso Sanfelíu
Imágenes: Paco Ferrís